DOSSIER
En esta nueva entrada escribiré sobre las actividades del tema 11, que está relacionado con la evaluación en el aula de lenguas extranjeras. En cuanto a las actividades de esta unidad, fueron sencillas y breves, pero de gran utilidad para el aprendizaje y ampliación de conocimientos.
La primera actividad y la que más interesante me pareció, fue la de la elaboración de una rúbrica. Personalmente, nunca antes había realizado una por lo que me pareció contenido completamente nuevo. Si bien es cierto que ya había tenido experiencias de coevaluación con rúbricas, puesto que durante la carrera y en el propio máster nos tuvimos que evaluar unos a otros mediante las rúbricas. Lo cierto es que al no haber tenido la ocasión y la oportunidad de escribir una, nunca me había visto en la situación de elaborarlas y comprobar que no son tan sencillas como parecen. Esta actividad fue grupal y cada grupo tuvo que subir la respectiva rúbrica de cada actividad previamente diseñada de mediación. Este fue el resultado de nuestra rúbrica, que a pesar de que dispusiéramos únicamente de 45 minutos aproximadamente, creo que todos logramos entender la complejidad que supone la elaboración de rúbricas y que es algo que se debe explicar muy bien y proporcionar todo el feedback posible para que cada persona entienda el por qué y qué debe mejorar:
Profundizamos en el tema del feedback y otra actividad propuesta fue hablar sobre las ventajas y desventajas en pequeños grupos de las diferentes formas de registrar los resultados obtenidos. Esto podría ser desde notas o calificaciones numéricas y verbales, comentarios por escrito, descriptores de competencia y listas de control, hasta informes de progreso y reuniones individuales. Llegamos a la conclusión de que las notas y las calificaciones numéricas y verbales solo sirven para meter más presión a nuestro alumnado y que probablemente eso no los haría mejorar. Sin embargo, consideramos que proporcionándoles el feedback mediante comentarios por escrito, podría reducir considerablemente el estrés de una nota numérica y el miedo al fallo y al suspenso. La finalidad de la retroalimentación es proporcionar unos comentarios o sugerencias para que el alumno o alumna mejore, por lo tanto, pensamos que mediante comentarios escritos el alumno/a podría enriquecer su aprendizaje de manera más notable dado que no se estaría fijando en una nota o número que no le indica cómo progresar de manera adecuada.
Por último en cuanto a las actividades, realizamos una última que consistió en una comprensión oral y anticipación de resultados. Esta actividad me gustó en particular puesto que con los conocimientos previamente explicados sobre retroalimentación, ya partíamos de una base y pudimos anticiparnos de manera sencilla a los resultados expuestos en un vídeo de Dylan Wiliam. Se nos realizaron estas preguntas que adjunto a continuación:
El resultado de esto fue que el feedback no debe enaltecer los resultados del alumnado, ni tampoco proporcionar un número o nota ya que eso no resulta beneficioso en absoluto para el alumnado porque los clasifica y los hace volverse más competitivos. Lo que sí debe ofrecer la retroalimentación es un elogio del esfuerzo, resultando en una reflexión. El feedback será más efectivo cuando se señalan los aspectos que deben mejorar y además, deben entender y aprender que la habilidad se puede modificar y mejorar.
DIARIO
En el tema 11, tratamos los contenidos relacionados con los distintos tipos de evaluación conocidas como la evaluación inicial, formativa y final. Además de esto también nos explicaron el uso de descriptores y cómo elaborar una rúbrica.
Sinceramente, este tema ha sido de mis predilectos dado que no se nos había explicado en profundidad y con tanto detenimiento las características de cada tipo de evaluación, como tampoco la finalidad de una rúbrica. Considero que con este tema mis conocimientos se han visto mejorados y ampliados.
Primeramente, se nos explicó en qué consistía la evaluación formativa, ya que es la más importante para tener en cuenta en las actas, dado que monitoriza el aprendizaje del alumnado para proporcionar feedback continuo que puede ser usado por el profesorado para mejorar la enseñanza y por el alumnado para mejorar su aprendizaje. Se sostiene que la evaluación en el aula deberá ser preferentemente transparente, tener objetivos claros, ser consistente, obtener medidas múltiples y no solo evaluar mediante una prueba escrita, y proporcionar feedback lo más descriptivo posible, ya que cuanto más variado y descriptivo sea mejor porque los resultados serán más fiables.
¿Pero cómo podemos evaluar a nuestro alumnado de manera objetiva? Pues tenemos diversos instrumentos de evaluación y si podemos usar los máximos posibles, mejor. Por ejemplo, podemos emplear la observación del aula y tomar notas de dichas observaciones, mediante charlas o entrevistas con el alumnado, uso de cuestionarios, diarios y portfolios (evaluación de actividades escritas), checklists (de sí o no, si cumple ciertas características, etc.), baremos (escalas de evaluación), y por último el uso de las rúbricas. En el caso de estas últimas, están enfocadas y diseñadas básicamente para la docencia, ya que están diseñadas para "evaluar [...]" y es "una matriz de valoración originado en la docencia con escalas y criterios de evaluación con el fin de crear un método de evaluación imparcial y sistematizado" (Significados.com). Además, de acuerdo con Martínez-Figueira, la rúbrica se presenta como una guía de la "ruta de tareas", tanto para alumnado como para el profesorado y muestra las "expectativas que [...] tienen y comparten sobre una actividad o varias actividades" (pg.8, Rúbricas para la evaluación de competencias). Es por esto que, personalmente opino que las rúbricas se ofrecen como un instrumento de evaluación tan útil, porque permiten establecer las pautas o criterios que deben seguir y si están correctamente descritos, permitirá el avance del aprendizaje de cada estudiante y enfocarse en qué es lo que hizo y lo que no, qué cosas debe mejorar y cuáles debe reforzar. Las rúbricas deben mostrar una escala de calificación, los criterios y cada criterio deberá contener sus respectivas descripciones.
Una cosa que me llamó la atención y que creo conveniente añadir es que en la Escuela de Idiomas no utilizan las rúbricas, o muy rara vez, pero no tienen esta tendencia principalmente porque las rúbricas son para que el alumnado aprenda y sea consciente de su propio proceso de aprendizaje recibiendo un tipo de retroalimentación por parte del docente, mientras que en la Escuela de Idiomas lo que se pretende es conseguir un certificado o una certificación de un título.
Otra de las características de las rúbricas es que son descriptivas y NO evaluativas, es decir no se emite ningún tipo de juicio. Se tiene que evitar la terminología del tipo "bien, mal, perfecto" y pueden ser de cuatro tipos: holísticas/analíticas o específicas/ generales. ¿Pero cómo se elabora una rúbrica? Pues el primer paso es definir los criterios que deben ser claros, adecuados, observables, distinguibles, completos y que se puedan describir en un continuo. El segundo paso es decidir el tipo de escala, es decir, los niveles que van a tener, pueden ser cuatro, cinco o más. Se puede decidir para que sea más fácil de integrar dentro del sistema de evaluación. Una vez realizados estos pasos previos, pasaríamos al diseño de la rúbrica, en la que se describirá la respuesta ejemplar, pensando en las cualidades de esa respuesta, categorizando los criterios, seleccionando la escala y finalizamos de completar la rúbrica con las descripciones. Sin embargo, esta labor de elaboración de rúbricas no es tan sencillo como parece, ya que uno de los errores más comunes en los que solemos caer es confundir la tarea con el objetivo del aprendizaje o mezclar destrezas diferentes. También se suelen evaluar erróneamente cosas que el alumnado no espera. Otro de los errores más comunes es el hecho de confundir rúbrica con baremos (escalas de evaluación de cantidad), ya que estas últimas son numéricas y debemos evitarlas. Las rúbricas son completamente diferentes a los baremos porque ayudan a enseñar y coordinarse con otros docentes, ayuda a que exista una consistencia docente.
Pasando ahora a los tipos de evaluación, inicial, formativa y final, la que más ha llamado mi atención ha sido la formativa por lo que explicaré a continuación. De acuerdo con Gabilondo, la evaluación es "una valoración, una puesta en valor, un hacer valer. Y su objetivo ha de ser crear condiciones para mejorar y señalar cómo hacerlo" (2012). Por eso considero que una evaluación formativa es ideal para promover estos objetivos de mejorar la enseñanza y el proceso de aprendizaje de nuestro alumnado, ayudándoles a aprender, dejándoles avanzar y crecer y no poniéndoles trabas y obstáculos por medio de notas numéricas que los segrega, los categoriza y los divide en "listos" y "no listos".
¿Qué es exactamente la evaluación formativa entonces? Pues según López, tiene marcados como objetivos principales guiar y mostrar al alumnado en qué punto o momento se encuentran en su proceso de aprendizaje y hasta dónde pueden llegar para ampliar esos conocimientos. También se les enseña a progresar y a tomar conciencia de cómo hacerlo (2017). Se podría decir que es una recogida sistemática de datos para tomar decisiones dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. El o la docente, podrá tomar cinco decisiones en cuanto a este proceso y serán la decisión de cómo calificar a su alumnado, el material de repaso o refuerzo, el ritmo de las clases y contenidos, las temáticas y cambios metodológicos o de materiales, como adaptaciones curriculares.
Se podría decir que la evaluación formativa monitoriza el aprendizaje del alumnado y les proporciona una retroalimentación continua, mejorando así la enseñanza y el proceso de aprendizaje del alumnado. Otro nombre por el que es conocida es "evaluación para el aprendizaje". Este tipo de evaluación me parece muy adecuada e interesante porque ayuda al alumnado a identificar sus fortalezas y sus flaquezas, así como también a enfocarse en las áreas que necesitan trabajar más. La evaluación formativa es tendencia en todo el mundo actualmente porque mejora aprendizajes.
Como conclusión, de manera personal me quedo con los conceptos y conocimientos adquiridos en este tema. La elaboración de la rúbrica me ha resultado muy útil y probablemente lo emplearé como docente, aunque conlleven un trabajo a mayores, considero que pueden ayudar al alumnado a mejorar su aprendizaje. En cuanto a la evaluación, me quedo sin duda alguna con la evaluación formativa, con las ideas principales de que esta ayuda al alumnado a ser partícipes de su propio proceso de aprendizaje y permite al docente mantener una observación continua y constante de ese proceso de aprendizaje, evaluándolo de manera objetiva y contemplando todos los aspectos y utilizando diversos instrumentos de evaluación del alumnado, no solo basándose en una calificación numérica obtenida de una prueba escrita.
REFERENCIAS
Gabilondo, Ángel (2012). Evaluación y valoración. Blog: El salto del Ángel. El País, 5/03/2012.
López, M. S. F. (2017). Evaluación y aprendizaje. MarcoELE: Revista de Didáctica Español Lengua Extranjera, (24), 3.
Martínez-Figueira, E., Tellado-González, F., & Raposo Rivas, M. (2013). La rúbrica como instrumento para la autoevaluación: un estudio piloto. REDU. Revista de Docencia Universitaria, 11(2), 373-390.
"Rúbrica". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/rubrica/ Consultado: 25 de enero de 2023, 11:16 am.